Diario El Comercio

Un recorrido por 178 años de hacer periodismo en el Perú

Entre jirón Lampa y jirón Miró Quesada a escasos quinientos metros de Palacio de Gobierno, ubicamos una construcción magnífica, que al verla nos remonta a la añorada Lima antigua. Se erige imponente el histórico edificio del El Comercio.

En la entrada nos recibe afectuosamente Pedro Ortiz Bisso, encargado de la difusión de contenido virtual en las redes sociales, y nos guía dentro de las instalaciones. 

Nos dirige por un pasadizo hasta el salón principal y nos comenta que allí se ha realizado un debate para la alcaldía de Lima en el 2010 y que es usado para eventos importantes ocasionalmente.

Subimos por las imponentes escaleras principales y encontramos el busto de José Antonio Miró Quesada, el primer miembro de la familia Miró Quesada que trabajó para El Comercio, él era corresponsal en el Callao, lugar de mucha importancia por el puerto ubicado allí, que era una de las principales actividades comerciales de Lima. Y posteriormente, José Antonio Miró Quesada se convirtió en propietario del diario, desde 1875 la familia Miró Quesada ha sido dueña de El Comercio.

Continuamos así el recorrido y pasamos al que fue el despacho del Director, aquí se guarda uno de los recuerdos más importantes de El Comercio, ya que la prensa diaria fue una acérrima oposición para el Gobierno de Velasco, motivo por el cual fueron confiscados la mayoría de los periódicos y El Comercio no fue la excepción. Cuando entraron a la fuerza a tomar el diario, el director, antes de salir dejó un papel en su escritorio con la palabra: “volveremos”. El 29 de julio de 1980 a las 10 de la mañana los doctores Alejandro Miró Quesada Garland y Aurelio Miró Quesada Sosa ingresaron en el diario, literalmente, por la puerta grande. Su llegada significaba la recuperación de la dirección del periódico más antiguo del Perú y el regreso de la libertad de prensa.

En las paredes podemos observar diversos retratos de los antiguos directores, miembros de la familia Miró Quesada, además en el centro del techo cuelga una enorme y brillante araña, que es la que le da luz al recinto. 

Posteriormente, pasamos al salón de reuniones, llamado “la rotonda”, en alusión a la mesa redonda que tiene en el centro, aquí se reúnen tres veces al día los principales editores y encargados para debatir qué contenido se publicará cada día. Aquí se tiene un proyector donde se evalúa mediante un software, en tiempo real qué noticia es la que tiene más vistas, y cómo evoluciona a lo largo del día, también presenta unos gráficos con la información de la noticia, las veces que fue leída y la hora en la que es más leída.

Luego pasamos rápidamente por la sala de redacción para no interrumpir su labor, y pasamos a un pequeño pasadizo que conecta con otra sección del diario, donde también está un pequeño set de grabación.  Aquí nos detenemos un momento y nos muestra que cada redactor tiene de dos a tres pantallas en su escritorio, debido a que en una redacta y en otra debe estar viendo constantemente las noticias. Además, cuentan con una pantalla inmensa en el centro de la sala, que está dividida en muchas partes para visualizar diversos canales de noticias al mismo tiempo.

A la derecha entramos a uno de los lugares más increíbles de este histórico edificio: La hemeroteca del diario El Comercio. Al entrar notamos el característico olor a madera, y la vista desde que entramos se deleita con magníficas estanterías de madera.

Cada fila de esas estanterías contiene los diarios desde el inicio de El Comercio hasta la actualidad, guarda la historia del Perú a través de 178 años de hacer periodismo en el Perú.

La hemeroteca es una serie de tres habitaciones conexas, y las paredes de todas ellas están llenas de estantes empotrados. En la primera habitación observamos una mesa rectangular y un juego de sillas de madera tallada. En la segunda habitación encontramos una mesa pequeña con sus sillas también de madera tallada, la primera imprenta de los diarios y enmarcadas algunas portadas importantes como el asesinato de Kennedy, la llegada del hombre a la Luna, entre otras. Y finalmente la tercera habitación solo posee las estanterías y escaleras para acceder a los niveles más altos de la habitación. Además, aquí encontramos enmarcada la primera edición del diario que fue el sábado 4 de mayo de 1839 por Manuel Amunátegui y Alejandro Villota, originalmente era un periódico tabloide vespertino.

Así termina el recorrido por este edificio que guarda muchas historias, pero, sobre todo, la historia del Perú en sus páginas.

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